Finalmente el sol ha querido visitarnos y he podido ir a la playa con mis papas. Ha sido la segunda vez que he estado en la playa y cada vez que voy me gusta más y más.
Me encanta jugar con la arena y con los juguetes de playa que me han comprado mis papas. Pero lo que no me termina de convencer es el agua del mar. Cada vez que veo el mar me vuelvo loco de contento, pero cuando mis papas me mojan los pies me pongo a llorar muchísimo.
No es que no me guste bañarme, porque me encanta. En casa disfruto un montón en la bañera, pero es que el agua del mar esta muy fría. Por lo menos aquí, en el mar Cantábrico.
Imagino que poquito a poco me iré acostumbrado a la temperatura del agua y disfrutare mucho más.
Ir a la playa me parece muy divertido, pero también muy cansado. ¿Sabéis que es lo que más me gusta hacer después de haber estado en la playa?
Echarme una siesta a la sombra y con la brisa del mar.
Estos son algunos de los complementos que lleve a la playa.
Mis primeras chanclas de dedo de havaianas.
Mi primera mochila para llevar los juguetes de la playa.
Gorro de playa: Sterntaler | Chanclas: Havaianas | Mochila de playa: Imaginarium