Después de tantos días avisándonos de bajas temperaturas y mucha nieve, incluso a nivel del mar, nos hemos quedado con la ganas. Por lo menos aquí.
Hemos pasado mucho frio, pero no hemos podido disfrutar en la ciudad de esa nieve tan anunciada. Solo pude verla durante un par de horitas. Pero como nos quedamos con ganas de más nieve, mis papas me llevaron al monte a disfrutar de la nieve que allí había caído.
Era la primera vez que tocaba la nieve con las manos y la sentía con los pies (evidentemente llevaba puestas las botas) y tengo que deciros que la primera sensación no me gusto nada de nada.
Pero me parece que fue algo general, porque todos los niños pequeñajos que había por allí, tenían la misma cara que yo 🙂
Luego poquito a poco me fue gustando un poquito más, sobre todo porque papá me hizo un muñeco de nieve muy divertido. Le puso unos brazos, una nariz y unos ojitos. Y después de jugar un ratito, dejamos allí al muñeco de nieve hasta la próxima vez.
También intentamos tirarnos por la nieve con un plástico como hacían mis papas cuando eran pequeños como yo, pero no había suficiente nieve como para bajar. Una lastima! Pero me han prometido que el próximo invierno me llevaran a la nieve de verdad, para que ellos practiquen snow y bajen conmigo en un trineo.
¿Como fue la primera vez en la nieve de vuestros hij@s? ¿Les gusto? ¿Les impresiono?
No hay comentarios