Aprovechando que mi papá tenia que ir a trabajar unos días a Asturias, mamá y yo decidimos acompañarle. Este ha sido mi primer viaje y la experiencia en general no ha sido mala del todo.
Hicimos el viaje en coche y mis papás tenían mucho miedo a este momento porque eran cuatro horas y no sabían que tal lo iba a llevar. Y la verdad es que muy bien porque fui casi todo el viaje dormido o jugando con mis juguetes.
Nos alojamos en unos apartamentos en Gijón muy cómodos para ir con un bebe como yo porque tienen todo lo que puedas necesitar para sentirte como en casa.
Durante el día estuve muy a gusto porque hacia muy buen tiempo y mamá me sacaba a pasear todos los días por el paseo marítimo y por el centro de Gijón.
Esta era mi cara durante el dia. Imaginaros cual era la de mi mama cuando me veía así durante el día después de la noche que les había dado.
Y durante la noche…. No estaba tan a gusto. Allí estrene mi cuna de viaje y no me gusto nada de nada. Yo no quería dormir allí por nada del mundo. Y me dedicaba a llorar toda la noche.
¿Sabéis cuando los adultos llegáis a casa de un viaje y decís como en mi cama en ningún sitio? Pues eso me pasaba a mi.
En mi casa estaba mi mini-cuna pequeñita y acogedora; y en Gijón estaba la cuna de viaje mucho mas grande y encima no estaba en mi casa. Y eso que mamá me llevo todos mis juguetes favoritos para que me sintiera como en casa, pero…. no era así.
¿Y que hacia? Llorar y llorar desconsoladamente durante la noche y durante el día mientras paseaba me dedicaba a dormir en mi carrito.
Menos mal que mis papas se consolaban durante el día degustando la comida típica asturiana, como por ejemplo en la sidrería Tierra Astur.
Conclusión: Ha sido toda una experiencia. El viaje y los días muy bien. La noche… mamá todavía tiene ojeras.
Próximamente nos vamos de casa rural a Zaragoza con unos amigos y mis papás ya están temblando. Os cuento!!!
Alojamiento: Apartamentos Turísticos Blue San Esteban | Sidrería: Tierra Astur